Acá la vida es media facil, ¿sabes?. Puedes robar o trabajar de informal. Lo último no te lo recomiendo socio, existen esos perros ladrones llamados "Municipales" o más claro los "robaburros", te joden y te joden y no te dejan trabajar, y por eso muchos de nosotros nos dedicamos a robar. Es que tu sabes, uno es como la paloma y en vez de buscar otra manera de ganarse la vida, nos dedicamos a robar. Algo fácil.
Mi madre fue una tipa buena, me dio todo, pero nunca me cuido. Siempre estuvo ocupada en su trabajo, solo llegaba a cocinar y se iba de nuevo. No la culpo por mi mal, era una buena mujer, solo que muy cansada para cuidar o aconsejar a su hijo.
A mi padre lo conocí de lejos, siempre paraba con mujerzuelas, siempre andaba con pepas en la cabeza y su botella de puro en la mano. El, por mi barrio, era uno de los duros. Un día tuvo una pelea con dos pelados por la Pedro Pablo Gomez, casi llegando a la maternidad y lo mataron con un palo de chuzo. Esa es el arma guayaca por excelencia.
Y así, él nació como perro y murió como perro.
¿Mi infancia? Mi infancia fue un poco caótica, yo soy del Cerro del Carmen, eso es zona broder. Todos tienen fierro y tu caminas con miedo. Claro que jugaba con los panas del barrio, después del colegio cerrábamos una pequeña calle y nos poníamos a pelotear toda la tarde, hasta que nuestras madres nos llamaban porque ya estaba haciéndose de noche. Eran épocas muy lindas, de las que quisiera volver y nunca regresar. No había penas, ni preocupaciones, además no era polilla en esa época.
Bueno, en esa zona es mejor tener al diablo de amigo.
Yo acompañaba a mi vieja desde peladito los fines de semana a vender en la calle, eramos informales, un día un grupo de 4 municipales le robaron sus cosas, y ella por reclamar la empujaron, yo, como buen hijo y a mis 7 años, fui a pegarle al municipal, recibí un toletazo en la cabeza, me la abrió y desde ahí juré que nunca más volvería hacer humillado por alguno de esos hijos de puta.
También lavaba ropa los fines de semana, era una mujer trabajadora que nunca se imagino que su hijo iba a terminar así. Ella murió hace 4 años, gracias a Dios, no vivo para ver como esta su único hijo ahora. Lo que si me enseño es el temor a Dios, es al único que le tomo, y cada domingo estoy en misa, llueva o relampaguee, en misa de siete de la mañana estoy.
No estudié, la calle me enseño todo lo que yo quería. Trabajé solo con mi madre, y las malas amistades y las decisiones equivocadas me llevaron a consumir tolas. La droga siempre estará ahí, por más pacos o milicos que quieran acabarla nunca lo harán. La triki me cago loco.
Me junté con todos los fumones de mi barrio, los cuales también eran ladrones, y así aprendí el oficio.
Primero era arranchador, luego comencé a treparme en buses que subían al cerro para asaltarlos, era más fácil porque te metía entre los callejones y nadie te alcanzaba, además los pacos son unos vagos, todos gordos ni una cuadra pueden correr.
Poco a poco fue surgiendo en el "bisnes" como decía mi pana "El gringo" Johny, que en paz descanse. El fue mi maestro, mi primer fierro me lo regalo él, cuando tenía 14 años. Nunca me metí a pandillas, eso es para peladitos cagados queriendo hacerse los muy bravitos. Eso es de cojudos, solo me pelean a balazos, cuando se saquen la puta a puños les creeré bravos, pero cualquier pendejo coge una pistola y dispara.
Pero bueno, cuando comienzas a matar o a robar siempre tienes el miedo de que alguien te meta un tiro en la nuca y quedes tirado.
Y así mi llave, poco a poco comencé a robar, la gente cuando eres negro o cholo con cara ficha te ve con miedo, peor si tienes aretes, los ojos rojos o andas con gafas. Salía a robar por La Salle, por la calle Chimborazo o sino me iba al norte, como nadie me conocía allá era más fácil robar.
Siempre caían esos peladitos cagados aniñaditos con sus BlackBerry o sus teléfonos con pantalla táctil, eran los primeritos.
En el parque Centenario era más frió, pero tenías que estar con el ojo abierto porque los maricones que trabajan por ahí también son ladrones y si te les metes en su territorio te salen acuchillando. Son cosas serías esas locas.
Siempre he tenido mujeres, nunca he violado y nunca lo haré. Las tres cosas que nunca seré en mi vida es ser maricón, violador y barcelonista. Es que uno tiene hermanas y si algún pendejo viene hacerles huevadas, yo voy y le doy viré. Con la familia nadie se mete, solo uno.
¿Aprender hablar bonito? ja! este es el idioma de la calle, con esto intimidas. Todos me preguntan que hacía con las cosas que robaba. Pues fácil, iba donde la madrina y se los daba a cambio de unos paquetes, de ahí permanecía 4 o 5 días despierto, con pepas y triki en la cabeza, sin dejarme dormir y todo el día acelerado. También fue una buena época.
Y la madrina me daba una yapa a mi, es que yo me la comía a esa veterana. Uno hay que ser avispado en la vida, si eres medio pendejo te jodes y no ganas nada. Pero no puedo quejarme, culeaba rico la vieja esa.
He estado en cana varias veces, acá no me falta la comida y me conocen, así que tengo respeto de algunos, pero siempre hay peleas acá. Poder o porque les hice pendejadas en la calle, siempre tendré que estar mirando atrás y sé que en cualquier momento termino muerto, pero uno vivió así y tiene que pagar las consecuencias.
Yo no me arrepiento de nada, si me arrepintiera de algo sería un cojudo, he sido feliz, y también me he deprimido, pero igual sigo vivo y eso me hace feliz.
¿Como termine de nuevo acá? Pues, hace unos meses, le dí viré a un paco que se hacía el muy malo por mi barrio, quería sacar dinero a la gente que consumía por ahí, me arreché y ,como hicieron con mi padre, me lo enchuzé al serrano hijueputa ese.
Esto es Guayaquil, y si alguien te controla o te extorsiona debe de ser GUAYACO.
-Hora de salir al patio, desgraciados- gritó el guardia de la pocílga llamada penitenciaría.
Era una tarde de invierno, estaba garuando un poco y el suelo estaba chance mojado. Me dirigí con los guardías hacia la salida, sin antes despedirme de mi pana. Les dí las gracias por los minutos que me regalo y me dio un abrazo. Sentí que iba hacer el último.
Cuando estaba saliendo del patio, varios gritos se escucharon. Jorge "El Negro" Caicedo había sido asesinado, tres tipos lo acuchillaron por la espalda comprometiendo sus pulmones, hígado, riñones y finalmente murió.
Tal vez el quiso morí así. Y en sus palabras me refugio: "Vivió como perro, y murió como tal".
No hay comentarios:
Publicar un comentario