domingo, 18 de diciembre de 2011

¿Que les queda a los jóvenes?

Tomaré prestado algo de otra web, quiero compartir con ustedes el primer poema que leí, después de los poemas de "La melancólica muerte del chico ostra".
Mario Benedetti, uno de los mejores escritores para mí, un voraz león que arrojaba rugidos hechos letras, algo impresionante y sobre todo conmovedor.
Juzguen ustedes mismos.

¿Qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de paciencia y asco?
¿sólo grafitti? ¿rock? ¿escepticismo?
también les queda no decir amén
no dejar que les maten el amor
recuperar el habla y la utopía
ser jóvenes sin prisa y con memoria
situarse en una historia que es la suya
no convertirse en viejos prematuros

¿qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de rutina y ruina?
¿cocaína? ¿cerveza? ¿barras bravas?
les queda respirar / abrir los ojos
descubrir las raíces del horror
inventar paz así sea a ponchazos
entenderse con la naturaleza
y con la lluvia y los relámpagos
y con el sentimiento y con la muerte
esa loca de atar y desatar

¿qué les queda por probar a los jóvenes
en este mundo de consumo y humo?
¿vértigo? ¿asaltos? ¿discotecas?
también les queda discutir con dios
tanto si existe como si no existe
tender manos que ayudan / abrir puertas
entre el corazón propio y el ajeno /
sobre todo les queda hacer futuro
a pesar de los ruines de pasado
y los sabios granujas del presente.

Aquel solitario

Pateando piedras, botellas y alimañas, camina sin rumbo fijo.
Cabello largo, cuerpo desgastado, un chaleco de cuero y jeans apretados.
Sus zapatos no dan para más, pero son los únicos compañeros que le quedan, guardan la memoria de cada paso que dio.
Otro acento, no es de aqui, no tiene rumbo fijo, y no quiero marcar un rumbo.
Su cabeza está sangrando, su dedo igual, fue asaltado en un país que no es el suyo, en una tierra que no es la suya.
Buscando en la basura algo que comer, pidiendo a los extraños un poco de fuego para su cigarro, y pensando como recuperar su dinero.

En sus espaldas está su casa, su vida, su identidad. En mi cabeza está su destino y su corazón, su corazón es el mundo.

Conocí muchas personas, vivió muchos peligros, sintió tranquilidad que pocos de los que vivimos en la ciudad sentiremos alguna vez. Su país es todo lugar donde sus pies lo puedan llevar.

Me le acerqué y le pregunté: "Broder, estás sangrando ¿te encuentras bien?".
Con una sonrisa me respondió:
- Si, no te preocupes, pero ¿donde queda un hospital?
- Pues sigue recto, no, mejor te acompaño- le respondí.

Confió en mi y camino a mi lado. Su mirada se veía cansada y su respirar era de una persona decepcionada y temerosa de su futuro.
- ¿Que te ha pasado? - Le pregunté con una voz condescendiente.
- Nada che, me han asaltado en las Peñas, se han llevado la mayoría de mis herramientas y ahora no se como voy a laburar.

Me sentí culpable y avergonzado por que le robaron en mi ciudad, pero ¿de que estar avergonzado? Guayaquil siempre ha sido así, ni con los asesinos policías de Nebot en los tiempos de León Febres Cordero -que en su tumba se revuelque, viejo cabrón- ni con Más Seguridad, siempre ha sido insegura y siempre lo será.

- ¿De donde eres? - le pregunté, un poco nervioso.
- Soy de Salta - me respondió mientras pedía fuego a un desconocido para encender dos cigarros. Me dio uno y me sonrió.
- ¿Y como así por estos lares?
- Decidí viajar por todo latino américa como muchas personas, tal vez siguiendo los pasos del Che- de una manera sarcástica me dijo el nombre del Che, no era comunista, por lo menos no tendría una discusión política.
- Jajaja ¿desde cuando viajas y como comenzó todo?, eso ha sido uno de mis sueños, viajar por todo el mundo.- le respondí y mi mente voló a esos años en los que decidí seguir mis sueños.
- Llevo viajando desde el 2006, comencé en Salta y recorrí toda Argentina y tuve la suerte de conocer la Patagonia y las Malvinas Argentinas.
- ¿Como comenzó todo?- se hizo una pregunta a si mismo, como despertando sus memorias del sueño en el que estaban.
- Pues un día me levanté y decidí que quería, de alguna manera, ser millonario-
- ¿Millonario? ¿en que sentido? ¿con dinero?- le respondí totalmente confundido.
- No, para nada. Millonario en anécdotas, millonario en conocimientos y en paz. El dinero no te importa cuando conoces a muchas personas, cuando el contacto humano queda ausente por días, el dinero no sirve.
Mira, cada lugar tiene algo nuevo, cada persona es distinta y entablar una conversación con ellos es algo hermoso, algo tan único que el dinero no lo puede comprar.
Poder viajar, sin pensar en cuanto gastarás o si te alcanzará es la verdadera libertad, sentir la brisa del mar en tu rostro, sin preocupaciones, o ver en la distancia la neblina y las montañas, mientras el frió te abraza como si fuera tu esposa, es algo espiritual, que roza el erotismo en ciertas ocasiones.
Eso, cada una de esas experiencias, me hacen millonario a mi manera, y con ellos conseguí paz interior y, gracias a la pacha mama podré descansar en paz. Y espero que mis cenizas sean depositadas en el mar, y poder seguir, después de muerto, mi recorrido.

El cigarro se había consumido y estábamos en el hospital. Me estrecho la mano y me dijo:
- Un gusto conocerte pibe, y recuerda, nunca dejes atrás tus sueños, porque serán los únicos que te queden cuando nadie más esté contigo.

Me alejé, mientras en el silencio del hospital, él entraba.


* Dedicado aquel solitario del cual nunca sabré más. Gracias.

sábado, 17 de diciembre de 2011

Confesión

¿Como responderá? ¿Que dirá? ¿Me golpeará?. No, no, no, se lo tengo que decir, no puedo seguir con este secreto.
Es mi papá, me comprenderá, sé que no me dirá nada, confio en él y es alguien muy tolerante.
¿Y si no acepta a su hijo tal como es? ¿Y si me hecha de casa? ¿Y si le da un ataque?. Llevo muchos años ocultandolo, no puedo más, necesito hablarle.
¿Será que me comprenderá?
!NO PUEDO MÁS!, esté no soy yo, siempre he dicho lo que siento y lo que soy, pero él es mi todo y no lo quiero decepcionar.
Pero lo decepcionaría más ocultandole todo. !Maldita sea espejo, el que se refleja no soy yo¡.
Muchas palabras, iré ahora mismo.

-Papá, necesito decirte algo importante.
-Dime hijo, ¿que te sucede?.
-Soy heterosexual.